24 de abril de 2011

McDonald's pretende usar sólo aceite de palma en sus restaurantes

El aceite de palma está más presente en nuestras vidas de lo que podemos imaginar. Una gran cantidad de productos cosméticos y alimenticios incorporan este tipo de aceite entre sus componentes, pero son muchos los consumidores que lo desconocen. Sin embargo, lo más grave es que no existen organizaciones que informen sobre los efectos perjudiciales que tiene el aceite de palma en la salud del planeta y en la del ser humano.

Debido al bajo precio del aceite de palma, muchas empresas han apostado por él y contribuyen, por tanto, a la deforestación del planeta. Este efecto es especialmente remarcable en Indonesia, el país en que más bosques vírgenes se talan para instalar plantaciones de este tipo de palmeras del aceite. El problema se encuentra también en que estas plantaciones son, a veces, el motor económico de algunos países en vías de desarrollo. 

En Indonesia, por ejemplo, el cultivo de aceite de palma da trabajo a 3 millones de personas, que son salvadas de la pobreza gracias a este empleo. Es por este motivo que el gobierno del país es contrario a eliminar las plantaciones de palma, aunque la deforestación provoque que este país sea el tercero del mundo que más gases de efecto invernadero emite a la atmosfera. Esto es debido a las grandes cantidades de CO2 que produce la quema de los bosques de palmera aceitera.

 No obstante, no parece que sea fácil luchar contra la voluntad de las grandes empresas: McDonald's ya ha anunciado que para 2015 habrá incorporado el aceite de palma en sus restaurantes, en sustitución del aceite de girasol que utilizaban hasta el momento, debido a su bajo precio. Las empresas multinacionales presionan al gobierno de Indonesia para que no se rebaje la producción de aceite de palma y esto dificulta que se den los pasos correctos para evitar la deforestación de bosques vírgenes. Otras multinacionales que utilizan el aceite de palma son Nestlé, Unilever o Procter & Gamble.

Si bien el aceite de palma es más barato, sus efectos sobre nuestra salud son muy negativos, por tanto, su costes sociales y medioambientales puede nllegar a ser muy elevados. Este tipo de aceite tiene una concentración de grasas saturadas que aumentan las tasas de colesterol a niveles preocupantes. A largo plazo, el consumo de aceite de palma contribuye a la aparición de enfermedades como la arterioesclerosis. Esto quiere decir que si los clientes asiduos a McDonald's ya tienen problemas de salud, como obesidad o colesterol, para 2015 (año tope en que se habrá implementado el aceite de palma en los productos de esta empresa) sus problemas se verán duplicados o hasta triplicados.

De todos modos, no debemos ser catastrofistas. Todavía estamos a tiempo, nunca es tarde para arreglar este tipo de abusos. Si realmente estamos preocupados por la salud del planeta y por la nuestra, la solución sería informar a la población sobre estas malas prácticas e intentar no consumir  los productos de las multinacionales que utilizan fuentes de materia prima poco sostenibles. Recuerda: salvar el planeta depende de nosotros.


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